Valcarce, Sankán y los compromisos...

Hace unos años escribíamos y hoy lo actualizamos…
¡¡¡Valcarce, nueva ilusión!

La alegría en miles de rostros reflejaba que el sentir era mayoritario en la población ariqueña: la elección como alcalde de Carlos Valcarce Medina abría esperanzas de mejores días para nuestra ciudad.
Una escena recorrió todo Chile. El alcalde electo indicaba: tengo mis manos limpias, nací aquí, mis padres y abuelos están en el cementerio de Arica. Una y otra vez levantaba y mostraba sus manos, limpias y transparentes.
Sostenía que al municipio regresarían todos aquellos que salieron en forma indebida. “Trabajaré por todos los ariqueños sin distinción. Hago un llamado a todos los habitantes de Arica a trabajar en conjunto, sin ningún tipo de divisiones.
Nuestro objetivo es engrandecer esta ciudad que pasa momentos difíciles”; afirmaba.
No dejaba de llamar la atención que todos los candidatos perdedores –de derecha, centro e izquierda-, festejaran como si ellos hubiesen sido los vencedores. No hubo quien no felicitara al alcalde electo ni viviera una felicidad desbordante. Los rostros estaban llenos de ilusiones de mejores días para nuestra ciudad, imágenes para recordar en el futuro.
Es destacable ver cómo gran parte de la población, superando diferencias ideológicas, aunó esfuerzos en esos momentos con el solo objetivo de elegir alcalde a Valcarce. Todos esperamos que dicho esfuerzo trajera consigo mejores días para nuestra ciudad y sus habitantes.
La búsqueda de los ariqueños también se reflejó en las elecciones parlamentarias que pretendían el engrandecimiento de nuestra ciudad y especialmente de los más necesitados.
Los desafíos para Valcarce eran enormes, pues debería cumplir todo lo prometido. Todos les deseábamos lo mejor, que su gestión fuera exitosa, pues llegaría el momento en que tendrá que rendir cuentas. Si tenia éxito y respondía a la palabra empeñada, no hay dudas que la ciudadanía de Arica lo seguirá respaldando.
Tengamos claro que el alcalde es la persona que administra todos los recursos de la municipalidad. Esa tarea exige el respeto a los funcionarios de carrera, de cuya gestión depende el dinamismo de la corporación y recordemos que los Concejales son entes fiscalizadores.
En ese entonces terminábamos indicando que las ilusiones de los ariqueños, reflejadas en sus rostros que no fuera sólo una ilusión sino una realidad concreta.
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Hoy octubre de 2007, ha pasado el tiempo, Carlos Valcarce está desaforado, un juicio tiene por delante, la justicia dictaminara en su momento y podría darse que Carlos Valcarce regrese en gloria y majestad, pensando que la vida siempre da nuevas oportunidades. El alcalde suplente Waldo Sankán tiene la responsabilidad de gestionar el municipio de buena forma, si lo hace a no dudarlo se proyectará como un político de excelencia, nuestra Región, sus habitantes se lo merecen, caso contrario la ciudadanía se lo ara saber.