¡Zona de alto riesgo!

El último terremoto que azotó a nuestra zona, principalmente a los pueblos del interior de Iquique, y los reiterados movimientos que se registran, mantiene inquieta a nuestra población, considerando que expertos en sismología han reiterado que para el Norte Grande se espera un terremoto de grandes proporciones.

Se ha indicado que no habría relación entre el último terremoto con lo que se espera, pero hay quienes piensan y sostienen que por los movimientos de magnitud que hemos tenido en estos días vendría a corroborar que nuestra zona sería un eslabón de esta cadena de corteza terrestre en que estamos ubicados, que podría generar el efecto dominó, en la cual nos veríamos seriamente afectados.

Estamos ciertos que los sismos son parte de nuestra historia. Cada cierto tiempo diferentes localidades de nuestro territorio se ven afectadas por movimientos que dejan destrucción, además del efecto psicológico en la población.

Recordemos que el terremoto de Valdivia es considerado el más violento de la historia registrado en sitios poblados, con gran destrucción y pérdidas humanas. Desde la colonización hasta nuestros días, con cruel periodicidad, estos fenómenos telúricos han demolido sistemáticamente y periódicamente a pueblos y a nuestras principales ciudades.

Los expertos, desde la década del `80, están a la espera de un gran “evento” que afectaría al norte grande y sur del Perú, en donde la violencia de las fallas geológicas liberarán gran cantidad de energía.

Los estudios realizados, entre otros, por chilenos, peruanos, franceses, japoneses, estadounidenses y españoles, con estadísticas, trabajos en terreno con instrumental altamente sofisticado y los aportes entregados por los satélites, han concluido que hay una gran cantidad de energía que se ha ido acumulando en el tiempo y que deberá liberarse.

Por lo anterior, diferentes entidades y organismos de Gobierno, Defensa, municipalidades, salud, vecinales, educacionales, laborales, en nuestro país y principalmente en el Perú, han intensificado las medidas de educación en cuanto a preparar a la población en el actuar frente a este tipo de emergencias. Pero con el último terremoto quedó demostrado que falta mucho por hacer.

Desde hace dos décadas diferentes organismos, entre ellos la Armada, han indicado las zonas de alto riesgo de nuestra ciudad, lugares en que se sigue construyendo, exponiendo a la población a situaciones que pueden traer trágicas consecuencias. Quizás aún es tiempo de tomar medidas. Nunca estará de más prever situaciones trágicas.

A no dudarlo, durante un sismo todos tenemos temor, pero debemos ser capaces de controlarnos para colaborar con nuestros semejantes y la mejor forma de lograrlo es saber qué hacer antes, durante y después de un "evento", recordando que estamos en una zona de alto riesgo.

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