Daniel Zamudio, nos dejó

La tristeza, la angustia de lo ocurrido con el joven Daniel Zamudio debe llevarnos a la reflexión, cómo es posible que otros jóvenes actúen en forma violenta e irracional con otro ser humano que tiene todos los derechos como persona, como es el derecho a la vida, con sus propias características y como un ser humano único e irrepetible, pensando que todos somos diferentes y en esa diferencia debemos convivir y desarrollarnos para vivir en armonía en una sociedad más tolerante, justa y equitativa, en que todos tengamos la posibilidad de desarrollarnos en plenitud, sin discriminación de ningún tipo.

El tema en cuestión es complejo, cambiar conciencias es difícil pero no imposible. El pensamiento de miles de niños, jóvenes y adultos que han rechazado en forma unánime los acontecimientos en donde reino la crueldad y los bajos instintos por parte de jóvenes, que se ensañaron en la persona de Daniel Zamudio.

Atrocidades como la ocurrida en la persona de este joven, Daniel Zamudio, debe llevarnos a la reflexión, no es sólo este caso, se repiten en el tiempo, quiénes son los responsables de estas crueldades, hay quienes dicen la sociedad, el mundo en que estamos viviendo, otros la familia que en muchos casos perdió la autoridad sobre sus hijos y estos viven en el mundo de la violencia, estamos ciertos que la educación también tiene sus responsabilidades, puesto que en colegios y liceos se están dando situaciones extremas y muchas veces no se toman las remediales que el caso amerita.

Estamos ciertos que si la familia esta ausente, la escuela, liceos, profesores, directivos tienen una gran responsabilidad, pero deben asumirlas y no ser contemplativos como muchas veces ocurre, esta demostrado que la única manera que los pueblos avancen y se puedan desarrollar y cambiar conductas indeseadas es con Educación, en dónde valores y principios fundamentales del ser humano deben ser estimulados como principio básico de la vida.

Esperemos que estos acontecimientos no se repitan o puedan ser detectados antes que se presenten, reitero la familia, la educación, colegios, liceos, etc., por medio de sus directivos deben asumir sus responsabilidades y dar los apoyos que se requieren a los profesores que están en el aula, quienes muchas veces se sienten desprotegidos y violentados en su esencia como personas.

Miles de personas han repudiado los acontecimientos las cuales pueden y podemos contribuir a realizar cambios de conciencias para evitar que estos dramáticos acontecimientos ocurridos, que llevan a la muerte del joven Daniel Zamudio, esperamos que estos casos generados por la discriminación no se repitan en el futuro, el parlamento tiene la palabra y sus responsabilidades para legislar la ley de antidiscriminación.

Fuerza para la familia y para los que han quedado con sus conciencias intranquilas.